—Es imposible —me respondió—; se trata del lodazal al que afluyen todas las heces e inmundicias que proceden de la convicción de pecado; por eso se llama el pantano del Desaliento. Cuando el pecador despierta a la comprensión de sus culpas y de su estado de perdición, surgen en su alma dudas, temores, aprensiones desconsoladoras, que se juntan y se estancan en este lugar. ¿Entiendes ya por qué es un sitio tan malo e imposible de componer? No era seguramente la voluntad del Rey que quedase tan malo15:
Page 34